EL MAR

Es tan inquieto
Inesperado
Devolviendo toda la suciedad
Que le entregamos
Crece cuando lo dispone
Decrece desprotegiendo
A los indefensos moluscos
Que son de sus dominios
Cuando está tranquilo
Es insulso – servil.
Desde sus profundidades
Oculta su intención
De manejar por el miedo
Casi humano
Con sus pozos
Sus corrientes subterráneas
Aguarda a los distraídos
Tontos, fanfarrones y débiles
Para devorarlos con astucia
Tantos años observándolo
Admirándolo –respetándolo –temiéndole
Descubro su ansia de poder
Contagiada desde la orilla

Melancólicamente añoro
Aquel mar de mi niñez
Límpido, sin escoria
La que hoy lo envilece
Sin el clamor de venganza
Y siento la desazón de aquel
Que ha perdido.............
SU OBJETO DE AMOR