Foro: Colectivo de media distancia. Terminal de salida. Cola: pasajeros, pacientes, profesional a/c. Hora: 12 PM. Acción: El galeno en primer puesto.
Personaje exótico. Vestimenta informal: Cabello erizado por gel, barba rala, sin bigote. Saco a rayas. Ostenta un cartel y detrás. “Dr. Paradoja. Psicoanaloide.”
Pantalón a cuadros, con varios bolsillos tipo mochila abultados.
En el higiénico changuito plegable, acomodados simétricamente, su estéril instrumental: radio ya funcionando, con música del sacrificado Bach. Grabador mini, almanaque con propaganda medicamento antidepresivo. Agenda de turnos. Mini computer Fichero. Una vincha fosforescente, con aspas luminosas, en rojo y verde, exhibiendo las leyendas: OCUPADO- LIBRE. Complementando con dos celulares colgando de su hombro.
Al abrir las puertas del micro, para iniciar la travesía, el sanitarista mental produce un pequeño tumulto, ya que no encuentra la tarjeta magnética. Desordena su impecable material técnico, inútilmente. Con sus pirueteas hace caer un libro comprimido en uno de sus bolsillos: “Freud, Marx, Guillotín, Einstein”, Co-elaboran Teoría: Uso y desuso del Encéfalo. Aparece la añorada tarjeta!.
Se ubica el profesional en el primer asiento. Pasajeros y pacientes hacia atrás. Gira el molinete de su mochila y lo detiene en LIBRE. La luz verde titila, a la par que se eleva un péndulo fosforescente, mostrando en su oscilación el No1.
Un desesperado mostrando el No comienza a empujar, desde atrás del micro. Desgraciadamente cuando llega a destino, ya está hamacándose el No2 y la luz roja parpadea, iluminado el: OCUPADO
Se infla un globo sonriente con la leyenda: “No desespere, la próxima será el elegido.”
Y el pobre infeliz se va, cara hombros y cerebro deprimidos. Antes que se desdibuje, lo alcanza una lluvia de muestras gratis: “Con Lexogarol laxe sus opuestos y relájese!”
En el trayecto, subían y bajaban pasajeros. Uno de ellos visiblemente alterado, con diversos tics, trata de acercarse al improvisado consultorio. Empujando, pisoteando, lo consigue. Ve el cartel: LIBRE, la luz verde y compara el No del péndulo con el suyo, el 17, coinciden!. Un gesto de euforia agresiva lo ilumina. Solo hay un problema. El síquico está sentado del lado de la ventanilla y un gordo macizo, indiferente, pero enérgico, en el asiento del pasillo. El neurótico, eleva el No al loquero,que le hace seña que pase. Pero la lípida barrera se lo impide. El desesperado paciente recurre a un chocolate que tenía guardado para regalarse a la noche; tratando de recompensarlo, para que le ceda el asiento. Inútil, pierde la golosina, sin lograr el asiento. Comprensivo el cura-sanos, le arroja el gemelo de su celular. Se enciende la luz roja y la leyenda de OCUPADO. Idividualiza la ficha en la Minicomputer, finalmente comienza la sesión.
Un globo sonriente se eleva, con la leyenda: “Sea discreto, diga no a las escuchas telefónicas”. Con otra lluvia de muestras gratis. Y la leyenda: “Con Alprasaulón, logre el estado ALFA en sus puntos equidistantes opuestos”.
Se escucha de fondo música de Bach.
Todo parecía encarrilado, hasta que el gordo, pareció cansarse, de ser nexo obligado de los comunicantes y empezó a empujar a ambos lados.
El curador, hasta entonces, imperturbable, tuvo un acceso de cólera abofeteando al pulposo
En un instante los tres, se trenzaron en lucha rodando, por el pasillo.
Súbitamente, se detuvo el micro. El guarda, los empujó violentamente, arrojándolos del micro, junto con el material sicoanalítico..
Emprendida la marcha, con naturalidad, toma un micrófono, dirijiéndose al pasaje, testigo mudo del hecho: Sres y señoras, debo comunicarles que el Dr Paradoja, debió interrumpir su atención, debido a una emergencia médica. Continuará atendiendo normalmente, en el recorrido del mismo horario mañana. Al bajar, podrán reservar turno en la ventanilla de pasajes. Así como adquirir los CD de auto-ayuda y la medicación promocionada, o la música relajante de Bach, que tan gentilmente nos dejó antes de bajar.
Gracias por su atención y que tengan un feliz resto de viaje!
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